Harden y Leonard se enzarzaron en un gran duelo anotador y una jugada defensiva clave del primero sobre el segundo el que lo decidió.

Cuando un jugador hace algo a lo que no estamos acostumbrados, es noticia. Cuando el jugador es enormemente relevante, más. Cuando ese hecho por el que lo es supone romper con misticismos o leyendas que se le achacan, más. Cuando James Harden se pone a defender en serio, ¿más? El fenómeno anotador de esta temporada, que va camino de repetir el MVP que consiguió en la anterior, se bastó de una muy buena defensa a otro superlativo jugador, Kawhi Leonard, para asegurar la victoria de su equipo.

No fue un partido parejo pese a que los Rockets ganaron sólo 121-119. El equipo local sacó ventaja desde el principio, con una máxima que llegó a ser de 22 puntos (48-26 minuto 15), pero se fue diluyendo poco a poco hasta terminar pidiendo la hora a los árbitros en los últimos instantes.

Abrieron de una forma espléndida los de Mike D’Antoni, buscando las esquinas y percutiendo el aro desde lejos a manos de Tucker o Gordon. Y eso que fue un partido nefasto el suyo desde la línea de tres: 10/46 (21%). Kenneth Faried (21 puntos y 14 rebotes) continuó demostrando su buena adaptación, ejerciendo de eje pivotal en el poste alto para las acciones de fuera a dentro y viceversa. 21-8, 33-20… la ventaja iba y venía con recorrido de corto alcance, ya que el dominio de los Rockets era rotundo. Alguna acción aislada de Norman Powell sí valía, pero los suplentes de Toronto tampoco hicieron honor a lo que se les supone.

Pero claro, las fuerzas llegan hasta donde llegan. A los Rockets les están llegando ya mucho, aguantan bien, pero se nota dónde flojean. D’Antoni propone una rotación muy corta, donde el octavo que más juega -porque sólo juegan ocho- está por debajo del umbral de los diez minutos. Un clásico suyo, no sólo por las lesiones. Están abrasándose. Hay espacios de tiempo en los que se notan mucho los bajones, ya les pasó en el anterior encuentro ante los Knicks y también en éste ante los Raptors. Por eso casi les remontan 22 puntos.

El tercer cuarto lo resistieron como pudieron, pero en el último periodo los de Nick Nurse se acercaron para ir a por todo. De hecho, en el último minuto. En el último 1:20 firmaron un parcial de 2-11. Fallaron al intentar ponerle la guinda al pastel, al confirmar todo por lo que habían sudado: Kawhi Leonard asumió la última posesión, pasó un bloqueo y se encontró con un Harden que le cortó el paso y luego le punteó el tiro como si de los playoffs se tratara.