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Kyrie se enfada tras otra derrota: «Tenemos mucho que aprender»

Los Celtics pierden in extremis en Orlando y Kyrie Irving abronca a Gordon Hayward en la pista y critica a su equipo después del partido.

Ha pasado más de media temporada y los Celtics siguen dejando un par de preguntas por cada respuesta que ofrecen. La realidad es que están 25-17 y 10-12 fuera de su pista, que son quintos del Este a seis partidos ya de la cabeza y que a cada golpe en la mesa le sigue un golpetazo contra el suelo: del recital ante los Pacers a las derrotas ante Miami y Orlando (105-103) en el paso por Florida. Es fácil comprar que los Celtics serán el mejor equipo del Este cuando llegue la hora de la verdad, que en cuanto otros flojeen un poco y ellos suban una marcha, su talento y su profundidad, Stevens y Kyrie, harán el resto. Pero lo cierto es que también son cada vez más los que preferirían ver más pruebas, tocar con las manos el verdadero nivel de un equipo que se está acostumbrando a los trompicones aunque se abra el plano: dos derrotas seguidas, 4-3 en los últimos 7 partidos, 6-4 en 10, 8-7 en 15…

En Orlando, además, se volvió a enfadar un Kyrie Irving que ya ha aireado varias veces esta temporada su malestar con la motivación, la mentalidad o el esfuerzo de un equipo que parecía que lo iba a tener más fácil en el Este post LeBron James.Es como la discusión de Morris y Brown en Miami durante un tiempo muerto: lo normal es que todo sean borrones sin importancia en un expediente que acabará siendo brillante pero la tentación es empezar a unir puntos aunque solo sea para ver qué figuran acaban finalmente formando.

Los Celtics perdieron en Orlando contra esos extraños Magic con un toque de matagitantes que ya le han derrotado en sus dos duelos de la temporada (queda otro). Kyrie había devuelto al partido a su equipo a golpe de tiros libres: 15 puntos, 10 desde la línea en los últimos cuatro minutos y medio, y un 100-91 con 150 segundos por jugar convertido en un 105-103 con bola para los verdes. El base esperaba que Hayward, en la banda, pasara a Horford y que este le diera la bola (quedaban 2,9 segundos), pero el alero asistió a un Tatum que cortaba hacia la línea de fondo y que acabó fallando en un ángulo forzado. Casi antes de que el aro repeliera el tiro, Kyrie ya estaba quejándose visiblemente. Y tras el partido, y después de quedarse solo en el vestuario cuando todos los demás se habían ido, volvió a airear lo que parece un indudable malestar con lo que ya son demasiadas derrotas que parecen impropias de lo que le suponíamos a este equipo: “Tenemos mucho que aprender. Las cosas se irán poniendo más difíciles y ahí es cuando hay que hacerlo bien, no puedes arriesgar constantemente y pensar que todo va a funcionar. ¿Qué hacemos aquí, cuál es nuestro gran objetivo? No creo que algunos de mis compañeros se hayan parado a hacerse esas preguntas. No es fácil ser un equipo grande. En un equipo campeón no puedes relajarte, tomarte respiros porque eres joven y todo eso. Somos mejores que la mayoría de equipos, pero hay que demostrarlo todas las noches. Hasta que sea así, hasta que nos olvidemos de lo que sería y lo que debería ser y nuestra profundidad de plantilla sea algo realmente positivo, seguiremos a trompicones”.

Los Celtics pudieron, en realidad, cerrar mucho antes la victoria. En la primera parte abrieron una brecha (41-51) que pudo ser definitiva en el tercer cuarto (58-70).Pero entonces apareció Terrence Ross para mantener a su equipo en el partido al final de ese tercer parcial y facilitar la remontada en último. En total, 18 de sus 25 puntos en la segunda parte y un 72-80 que se convirtió en 86-82 en un abrir y cerrar de ojos. A su lado, la finura de Fournier (18 puntos, 5 asistencias) y la percusión de Gordon (28+12) y Vucevic (16+13 y 5 asistencias) para un equipo extraño que está ahora a un solo partido del octavo puesto del Este (muy barato).

Pese a su torrente final de tiros libres, Kyrie acabó con solo 25 puntos y un 0/5 en triples (7 canastas en juego). Morris sumó 17 puntos y 8 rebotes pero hicieron menos de lo necesario Hayward, un Rozier negado o Tatum, más allá del error final. Los Celtics siguen siendo seguramente la apuesta menos arriesgada sobre quién aterrizará en las Finales 2019 desde el Este. Pero seguro que sus seguidores preferirían que lo demostraran con cierta regularidad.