El pívot emula a Oscar Robertson con un nuevo triple-doble ante unos Sixers en cuadro que pelearon hasta el último cuarto.
No está la cosa para dejar a Nikola Jokic libertad de movimientos. En el momento que se supo que Joel Embiid no iba a comparecer en Denver todos esperábamos una exhibición del pívot serbio. Y no defraudó a nadie. 32 puntos (12/22 en tiros, 2/3 en triples), 18 rebotes y 10 asistencias. Es su segundo 30+15+10 en su carrera. Con menos de 24 años sólo lo había hecho Oscar Robertson, el señor de los triples-dobles.
Bolden fue titular en lugar del camerunés y acabó con 3 puntos y 3 rebotes en 10 minutos, completamente superado. Cuando salió Amir Johnson (19 minutos) pasó más de lo mismo. Parece evidente que los Sixers tienen un problema a la hora de sustituir a Embiid. No hay un un hombre grande de garantías en la segunda unidad. Y eso, ante rivales como Jokic, se nota más que nunca. De todos modos los de Philadelphia no hicieron un partido demasiado malo dadas las circunstancias. Aparte de su center titular tampoco estaba Jimmy Butler, y aún así le pelearon el encuentro a uno de los mejores conjuntos de la temporada (que tampoco contó con Jamal Murray) hasta que les funcionó la máquina. Que fue exactamente el inicio del último cuarto.
Justo antes un triple de J.J. Redick (22 puntos) les ponía 7 abajo. Fue la última vez que pareció que podían luchar por el encuentro. A partir de ahí fue un auténtico baño local, en el que aparte de Jokic también brillaron Mason Plumlee (17+6+4), Will Barton (16+4) y Torrey Craig (15+6).
En los Sixers estuvo bastante bien Corey Brewer (20+6+2+4), que en muy poco tiempo se ha ganado un papel preponderante en el equipo. El alero protagonizó una de las imágenes del partido en el segundo cuarto, cuando dio una patada a Craig mientras se recreaba colgado del aro tras hacer un mate. El otro momento curioso se vivió en la última jugada del tercer cuarto. Ben Simmons (19+12+4) tiró su primer triple de la temporada. Una auténtica piedra que dio en el tablero y volvió disparada por donde había venido. En su defensa hay que decir que no le quedaba tiempo para lanzar y que tenía la idea de hacerlo. Veremos si se anima más a menudo y arregla un poco el punto de mira.