Los Mavs estuvieron sólidos y Doncic destacó en este duelo entre los dos grandes aspirantes a Novato del Año. Ayton le había ganado dos veces.

Eran ya dos derrotas de los Mavericks ante los Suns, uno de los equipos más flojos de la NBA. Aunque sea algo banal al fin y al cabo, eran dos derrotas de Luka Doncicante DeAndre Ayton, números 3 y 1 del Draft 2018 respectivamente. Son dos de los proyectos más importantes que hay en la NBA de cara al futuro y sus actuaciones se miran con lupa, pero el despunte del esloveno quedaba colgado cuando ese enfrentaba al que hasta hoy no había podido vencer.

En Dallas llegó la primera en este cara a cara. 104-94 con un partido no brillante de los Mavs pero en el que sí se volvieron a ver cosas positivas, sacando la cara cuando había que hacerlo -en la segunda parte- y sin forzar demasiado la maquinaria para lo que se les viene encima si quieren seguir la estela de los playoffs con algunas opciones de llegar a esa altura.

Empezaron mejor los Suns. Por demérito de su oponente, que comenzó con un triple anotado en sus primeros diez lanzados desde la larga distancia y sin superar el 40% hasta el ecuador del encuentro, o por mérito de ellos mismos, que le estaban metiendo una marcha más, poniendo bien las manos en defensa y yendo rápidos.

Maxi Kleber vuelve a destacar fuera y dentro de la hoja de estadísticas y José Juan Barea espolea a los demás de tal manera que tampoco queda reflejada de forma fidedigna. En la segunda mitad, en la que los Mavericks comenzaron siete por debajo con tres triples encajados casi de seguido, fueron dos importantes. De cara al aro la referencia era Harrison Barnes, al que dejaban jugadas preparadas, y un Luka Doncic que percutía desde todas las posiciones y además hacía jugar. Otro partido digno de ser Novato del Año para él, alcanzando los 30 puntos y cerrando el encuentro con un triple con paso atrás de los que tanto le gustan.

Brunson se volvió a mostrar efectivo y arrastró a ello a alguien que a veces no lo es tanto, MatthewsJordan se mantuvo firme en el papel que debe desempeñar, también. Son otros ítems positivos que los Mavs se llevan de este encuentro.

Dallas rompe una racha de tres partidos seguidos sin ganar y ya suma 19 victorias por 22 derrotas, todavía lejos (a 3-4 partidos del corte, que lo marcan ahora los Lakers) de su objetivo para este año: volver a jugar las eliminatorias por el título.