Los Sixers pasaron por encima de Minnesota tras un genial primer cuarto. Fue el primer duelo de Butler contra su exequipo tras su polémica salida.
Todos los focos del Sixers-Timberwolves de esta pasada madrugada apuntaban a Jimmy Butler. El escolta se enfrentaba por primera vez a Minnesota tras su polémica salida del pasado mes de noviembre… y el partido tuvo más historia fuera de la cancha que dentro. Porque al descanso ya estaba todo dicho: +25 para los locales (83-58), que lograron la segunda máxima anotación en los primeros dos cuartos de la temporada tras los 92 conseguidos por Golden State Warriors frente a Chicago Bulls, y embocaron 21 triples (récord de la franquicia). Al finalizar el duelo, la herida fue aún más grande (149-107) con unos geniales Ben Simmons (20 puntos, 11 rebotes y 9 asistencias) y Joel Embiid (31 tantos y 13 capturas). El pívot fue un espectáculo dentro de la pista y fuera de ella: nada más acabar el enfrentamiento, el camerunés colgó una foto en Instagram con la frase «fue un honor ser parte del tercer equipo y obtener la victoria contra los verdaderos titulares de la NBA».
Unas palabras que hacen referencia a uno de los capítulos más polémicos de la estancia de Butler en Minnesota. Antes de comenzar la temporada, Adrian Wojnarowski informó de uno de los entrenamientos más tensos que se han llevado a cabo en Minny: se enfrentó a gritos a compañeros, técnicos y directivos. Se juntó con la tercera unidad y ganó dos partidillos a la primera (con Karl-Anthony Towns y Andrew Wiggins) y la segunda. Llegó con un «daos prisa que solo voy a estar aquí una hora» y se fue al grito de «este sitio me pertenece». Y por el camino gritó al general manager Scott Layden «me necesitáis, joder, no podéis ganar sin mí».
Butler: «¡Hacia el futuro!»
Butler no solo contestó al mensaje de su compañero con varias caritas llorando de la risa, sino que publicó una, en la que aparecía él mirando a la defensa de los Timberwolves: «Mirando hacia el pasado… ¡hacia el futuro», rezaba el subtítulo de la imagen. El escolta acabó con 19 puntos. Ninguno de los jugadores de los Wolves superaron los 15 puntos (Rose fue el único en alcanzar esa cifra): Towns sumó solo 13 y Wiggins, 12. Los únicos visitantes que se llevaron un buen recuerdo de este partido fueron Robert Covington y Dario Saric. Ambos entraron dentro de la operación de Butler y también se enfrentaban por primera vez a sus excompañeros. Recibieron el calor y el aplauso de un público que no olvida que fueron parte de una de las épocas más duras de la historia de la franquicia.